martes, 7 de diciembre de 2010

Scanner nuevo, vida nueva

Drivers not found


CanoScan 4400f asaltado por los tentáculos de 
una placa de arduino y una protoboard
Durante el transcurso de este año en el Máster, tuvimos la oportunidad de asistir a unos ciclos semanales impartidos por profesores invitados. Con uno de ellos, David    Cuartielles, pusimos en marcha el código de Arduino que nos permitiría manipular la velocidad y dirección de rotación de las bobinas que ponen en funcionamiento el motor del scanner. Desafortunadamente, surgieron una serie de inconvenientes que nos resultaron imposibles de resolver. Aunque conseguimos doblegar la velocidad y el sentido del haz de luz, no encontramos forma de indicarle al mismo cuándo debía parar de captar información, o que se detuviera al final del recorrido de los ejes del scanner, como normalmente éstos hacen cuando son controlados de forma automática por el software.

Al principio pensábamos que se trataba más bien de una cuestión de hardware, ya que cada scanner cuenta con unas características y un motor específicos y el código que se niega a ejecutarse en uno, bien puede hacerlo a la perfección en otra máquina distinta. Y aunque esto no deja de ser cierto frecuentemente, en nuestro caso la verdad es que, probando sin mayor fortuna en diversos dispositivos, encontramos que la solución pasaba por tomar medidas más drásticas. Debíamos mudar de sistema operativo todo el trabajo realizado, olvidarnos de momento de las pruebas y experimentos en Windows para trasladar nuestros objetivos a Línux. Problema nº1, soy un neófito trabajando con Línux, es una plataforma que de momento se me escapa. Problema nº2, al no existir drivers para Línux del scanner base que he venido usando hasta ahora (un CanoScan 4400f), debía encontrar un sustituto que sí contase con la posibilidad de arrancar en este sistema operativo; la cuestión es que no son precisamente fáciles de encontrar en el mercado scanners con soporte completo para Línux.

Epson Perfection 4870
La mayoría de los que cuentan con dicha capacidad están descatalogados y por lo tanto el único mercado al que puede acudirse a ese respecto, es al de segunda mano. La otra opción son los scanners de gama alta que  en la mayoría de los casos soportan Línux como sistema operativo y cuentan con los drivers apropiados para  su correcto funcionamiento. Ante el desorbitado desembolso que suponía un scanner de gama alta, que a fin de cuentas iba a ser desmenuzado para experimentar con él; con paciencia y tras registrar casi todas las tiendas físicas de Valencia y recorrer la inmensa mayoría de las virtuales en la red; al final, gracias al sistema de anuncios de ebay, conseguimos dar con un par de dispositivos que cumplían con los requisitos que tanto buscábamos. Los modelos exactos son el Epson Perfection 1250 y el Epson Perfection 4870. El segundo lo utilizo actualmente como scanner de sobremesa ideal para registrar postales y fotos antiguas de Valencia y será, futuriblemente, donde desarrolle los collage digitales que compondrán gran parte del proyecto.

Es el primero de los dos mencionados el que actualmente se encuentra en trámites como principal candidato al proceso de experimentación. Antes ya me definí como usuario inexperto en la plataforma Línux como sistema de trabajo. Además mis conocimientos de electrónica y programación son básicos, y los necesarios para desarrollar los objetivos del proyecto quedaban fuera de mi alcance sin ayuda. Cierto es que gracias a la ayuda de Cuartielles se adelantó muchísimo en estos apartados, pero sus clases contaban con un límite temporal ineludible y yo seguía necesitando de un apoyo técnico. Por suerte, desde la marcha de David, he contado siempre que lo he requerido con el auxilio de la inminente doctora en Artes Visuales e Intermedia Dolo Piqueras, cuyo estudio y experiencia en el desarrollo de instalaciones interactivas han resultado ser de una importancia capital para el proyecto. Es ella la que viene siendo mi apoyo fundamental en esta tarea y a la que estoy profundamente agradecido por su desinteresada labor.

Gracias a ella, usuaria avanzada de Línux, tenemos la oportunidad de probar el reciente equipo en dicho sistema operativo y comprobar si el trabajo desarrollado hasta ahora puede dar sus frutos en dicha plataforma. También quiero dar las gracias a Mireia Gilabert, cuya excelente actividad de búsqueda de todo material necesario para el proyecto ha contribuido notablemente a la celeridad del desarrollo del mismo.  A continuación se adjuntan diversos links, entre los que puede encontrarse una lista actualizada de aquellos modelos de scanner que soportan Línux por si alguien se muestra interesado en trabajar con estos dispositivos.  

Pulsa sobre los enlaces para acceder a la información:








sábado, 13 de noviembre de 2010

Introducción

Retratos y Recuerdos: Ritmos y Secuencias no es un proyecto nuevo. Comenzó a gestarse en Valencia, a finales de 2008, durante el transcurso de mi último año de licenciatura. Surgió a raíz de una serie de ejercicios propuestos por José Luis Cueto y Chema de Luelmo en la asignatura de "Pintura y Fotografía", que me eran requeridos para obtener la titulación universitaria. La temática elegida, La Memoria; el medio, a elección. Por aquel entonces, a aquellas alturas, mi balanza ya se encontraba seriamente inclinada en favor del uso de las máquinas, más que de los medios tradicionales. No es que no me gustase pintar o dibujar; hacía años que casi siempre llevaba un pequeño bloc encima y tampoco me eran ajenos los grafitos, acrílicos,pasteles y óleos. Aunque he de admitir que nunca me acabaron de convencer éstas últimas, las pinturas al aceite me parecían demasiado lentas, demasiado pausadas... y yo precisaba de inmediatez.

Siempre he preferido aquellos medios en los que poseía el control y la capacidad de hacer y deshacer sin necesidad de esperar largos períodos de tiempo. Por esa razón me agradaban las máquinas. Sí, había que tener en cuenta muchos aspectos cada vez que uno las utilizaba, concentrar todo lo que uno sabía de ellas, cómo manejarlas y que hicieran lo que tú quisieras en el momento oportuno; pero eso también suponía un reto, y siempre me han envalentonado los mismos. Así, en un principio, mis ejercicios memorísticos tendrían como herramienta principal mi, por aquel entonces, pequeño arsenal de cámaras (tradicionales y digitales), réflex y semiautomáticas, con las que tan gratos momentos había compartido y de las conservaba cajas enteras de imágenes.

En cuanto al contenido de los trabajos, como decía antes, éstos debían tomar como punto de partida la reflexión sobre la memoria, ya fuera ésta estrictamente de carácter sensitivo o aludiese a una conceptualización de la misma más abstracta. Yo siempre había mostrado interés en el Retrato, me intrigaban las distintas aproximaciones al mismo que, autores como Francis Bacon o Joel-Peter Witkin habían realizado en sus obras. En ellas podía asistirse, más allá de sus aparentes figuras, a la captación de un mundo interior, que era capaz de transmitir los estados de ánimos de sus autores, sus fantasmas personales y sus más profundos sentimientos. Deseaba impregnarme de aquella capacidad que me permitiera volcar en mis trabajos las sensaciones y sentimientos que se agitaban en mi fuero interno y que de que éstos fueran tan apreciables en las obras como sus texturas o composición.

Para ello, decidí partir de un material con el que compartía una conexión directa y del cual conocía las historias que subyacían tras sus imágenes. Solicité a mi familia, toda instantánea que conservasen que tuviera un significado especial para ellos, cualquier imagen que les hiciera rememorar aquellos momentos que por una u otra razón considerasen apreciados en sus recuerdos. Una vez que éstas se hallaron en mi posesión, las distribuí por el espacio de trabajo del que por entonces podía disponer. Las imágenes pasaban de la mesa de estudio a la cama y de la cama a la pared. Buscaba un espacio donde pudiera disponer de todas, o de un conjunto de ellas al menos, que me permitiera observar el funcionamiento, la relación establecida entre unas y otras; ya fuera a nivel cromático, compositivo o sensorial. Tomé como fuente de inspiración los trabajos de ensamblaje fotográfico de David Hockney, del cual habíamos visto recientemente en clase un interesante documental que mostraba el proceso de trabajo que Hockney seguía para resolver sus collages, y las anotaciones al respecto de los mismos que su autor divulgaba.

Desde el principio había tenido en cuenta que yo no podía, no quería más bien, trabajar con el material original. Simplemente contaba con demasiado respeto a toda imagen impresa y el temor de, en el proceso, estropear alguna de ellas se imponía sobre cualquier factor creativo. Más aún siendo éste el caso de contar para los ejercicios con imágenes que no me pertenecían. Así que siempre había tenido claro que, tarde o temprano, debía hacer una copia de las mismas que me permitieran trabajar con comodidad y sin miedo a dañar las fotografías. Para ello se me ocurrió que, a tal fin, podía procesarlas en mi, por aquel entonces, no tan viejo scanner, lo cual me reportaría copias de una gran calidad.

Fue entonces, durante este proceso de transcripción de fotografías físicas a calcos digitales, cuando comencé a fijarme en las peculiaridades que se producían sobre las imágenes en dicho procedimiento. Si durante el tiempo de escaneado de la máquina, las fotos se movían dentro de la placa; quedaban fijadas sobre la futuras imagenes digitalizadas una serie de huellas e improntas a modo de marcas indelebles y características que fragmentaban las mismas y provocaban una distorsión en ellas tanto de cromatismo como de forma. Estas transfiguraciones, más allá de la perplejidad inicial que me provocaron; me llamaron poderosamente la atención, comenzando así una serie de pruebas para comprobar sus propiedades. Estas consistían en movimientos de distinta intensidad y duración que aplicaba a las imágenes mientras el haz de luz se mantuviese en movimiento bajo ellas, arrastrándolas tras el mismo en unas ocasiones, haciéndolas rotar sin desplazamiento en otras o alejándolas del foco de luz a distintas alturas.

Tras las pruebas, y al reflexionar sobre las mismas; me di cuenta de que estas marcas dotaban a las imágenes de luz propia y las enmarcaban como retratos que sólo podían darse en la época actual, ya que las distorsiones producidas en ellas nos hablaban de forma certera de sus orígenes como digitales, al tiempo que las fragmentaciones formales y tonales que en ellas se producían, sólo se producían para volver, al final de las mismas, encerrándolas en un ciclo y dotándolas de unidad.

Es así como Retratos y Recuerdos: Ritmos y Secuencias comienza a dar sus primeros pasos, impulsado por la autoimpuesta necesidad de retratar en el tiempo a una determinada persona; de lograr una secuencia, a través de pequeños fragmentos de su memoria, que nos hablase de su espectro cromático, que insinuase qué pigmentos son reflejados en sus recuerdos y qué lugar ocupan éstos en los mismos; cuáles cambian o desaparecen y cuáles han permanecido hasta ahora.

Entiende el retrato no sólo ya como una o un conjunto de imágenes que son representativas de un determinado individuo; si no también un retrato como amalgama de todas aquellas personas o situaciones importantes para aquel que es retratado, aquellas que lo han amado, sonreído o simplemente han fijado su atención sobre el mismo. Aquellas que dejan una huella en ti o han compartido alguna vez tu camino.

[Valencia.Distritos] nace como extensión y etapa última de este proyecto y busca nuevas vías en el desarrollo del mismo. Nos sitúa en un escenario donde aquello que es retratado es un espacio y no un sujeto, y focaliza toda su atención en la ciudad como ser cambiante, como ente que transmuta, que destruye unas partes y modifica otras. Pretende ser un registro vivo de los cambios acontecidos en la misma a través del tiempo, una anotación de sus variaciones rítmicas y cromáticas, de quién lo transitaba antes y quién lo hace ahora. Propone ahondar en el concepto de imagen-tiempo es sus distintas acepciones, enfrentando aquellos en los que su uso es aplicado a medios dinámicos, frente a aquellos estáticos y las posibilidades de captación que ambos poseen.

También busca formas alternativas de experimentación con el medio digital, modificando y variando las funciones del aparato a través de dispositivos físicos y programación por software, y reforzando o yuxtaponiendo conceptualmente imágenes dentro del proyecto.

El uso de este blog se establece como herramienta de trabajo básica para el desarrollo del mismo, en el que se irán sucediendo los avances, retrocesos y cavilaciones que en él se produzcan. En él se incluirán fichas de autores, citas e imágenes relacionadas con el mismo. Muchas de las entradas que lo compondrán serán incluidas en la memoria final con leves modificaciones, otras sin adulterar y las habrá que serán material exclusivo de este diario online. Espero también que el material que aquí se recopile y genere sirva de ayuda o referencia para todo aquel interesado en el desarrollo de imágenes y en el estudio de los conceptos que en el blog se irán desarrollando.

Gracias a todos por vuestra paciencia y os doy, desde aquí, la bienvenida a este recién inaugurado espacio.

Bienvenidos